Sergio Silva Acuña nació en 1926, cargando en el destino un brillante futuro como locutor, actor de radioteatro, profesor de locución, relator deportivo y varias otras disciplinas. Su experiencia radial comienza hacia los años cuarenta. Para muchos, fue el más grande de los locutores que ha tenido la radio y la televisión chilena.
En los mediados de los 60 Radio Cooperativa Vitalicia con su programa deportivo tenía a Sergio Silva, el locutor del humor fino, quien hacía una dupla genial con Darío Verdugo en la transmisión radial de partidos de fútbol. Cada uno transmitía casi detrás de cada arco, por lo tanto se repartían la mitad de la cancha para cada uno, como buenos hermanos de aventura. Los auditores a lo largo de todo el país sintonizaban sus radios transistores para escuchar a la dupla cada sábado en las jornadas dobles desde el Santa Laura y los domingos desde el Nacional.
En 1969, al crearse Televisión Nacional de Chile, es contratado para relatar los partidos de fútbol, y en 1971 fue el único chileno en cubrir la ceremonia de la entrega del Premio Nobel de Literatura al poeta Pablo Neruda. Para el Mundial de Fútbol de Alemania Occidental de 1974, Silva se radicó en Holanda y España debido a un altercado de la comitiva vigilada por militares de la dictadura del general Augusto Pinochet, retornando a Chile en los años siguientes.
El 16 de febrero de 1986 es hospitalizado por una arritmia cardíaca y se comete una negligencia médica diciendo que solo era un malestar de menor preocupación y se le administra un medicamento incompatible a su diagnostico dejándolo con un coma irreversible. Tras dos años y medio de sueño agónico, Sergio Silva Acuña falleció el sábado 29 de octubre de 1988, a los 59 años de edad, con casi 40 de ellos dedicados a las comunicaciones.

Relata Colo Colo en la Copa Libertadores 1973.